EL NUDO:
Hace un mes nadie pensaba que el
panorama político nacional tuviese un cambio como el que se ha dado y que convierte
la situación actual en un verdadero nudo gordiano que es difícil de analizar y
dilucidar.
Las marchas
masivas desde que se conoció lo “grueso” que estaba ocurriendo en la SAT con un
saqueo multimillonario por parte de “La Línea”, un grupo mafioso con evidentes
nexos dentro de la cúpula gubernamental, han generado un repudio como no se
había visto en las últimas tres décadas, ahora en contra de los ladrones y
corruptos, pero también en contra de los partidos políticos y fundamentalmente
en contra del sistema que nos rige y que obviamente, ya colapsó.
Pero al
nudo se le ha dado la última vuelta con la convocatoria a elecciones generales
que el Tribunal Supremo Electoral, en estricto cumplimiento de la ley de la
materia, dio a conocer este sábado, sin la presencia del Ejecutivo que
manifiesta de esta manera su deseo (comprensible por la situación anómala que
ha provocado), de ya no ser abucheado ni repudiado como ocurrió en sus dos
últimas presentaciones públicas.
Hasta el
momento van dos manifestaciones masivas a nivel nacional solicitando la
renuncia del binomio presidencial, algo que no va a ocurrir, y se esperan otras
para más adelante; ya está convocada una para el 16 de este mes.
Pero aparte
de esto ¿Qué va a ocurrir? O por lo menos ¿Cuáles son los escenarios que se
prevén?
1.- Se
sugiere que no se acuda a las urnas electorales haciendo caso omiso de la
reciente convocatoria; esto no provocaría ningún cambio de los que quiere el
pueblo.
2.- Se pide
a la población que se vote “nulo” lo que tampoco generaría absolutamente ningún
cambio en el sistema político del País por cuanto ni la abstención ni el voto
nulo, envían el mensaje correcto.
3.- Algunos
esperan que aparezca por lo menos un candidato, dentro del panorama electoral,
que lance el mensaje atinado, correcto, adecuado, creíble y sumamente honesto
en cuanto al cambio total en el sistema político nacional (incluyendo partidos
políticos) para aupar su candidatura y llamar al voto por su propuesta. Esta
sugerencia tiene el grave problema que el voto consciente de los guatemaltecos,
no es precisamente el mayoritario.
4. Se habla
de encontrar la salida legal para suspender las elecciones generales; para
cambiar, más temprano que tarde, mediante la renuncia generalizada, comenzando
por el binomio presidencial y siguiendo por funcionarios, diputados y demás,
sospechosos de corrupción, de haber sido electos por intereses creados y de
otras anomalías conocidas, de manera que el cambio comience ya, porque si se
llega a las elecciones, gane quien gane, las cosas seguirán igual o
probablemente mucho peor de lo que van ahora y nos olvidaremos del terreno que
ahora se ha ganado; porque quienes lleguen principiarán por recuperar, a como
dé lugar, la inversión millonaria de su campaña electoral. Por lo tanto, las
mafias enquistadas en el gobierno ahora, quedarán pequeñas ante lo que se venga
en el cercano futuro.
Guatemala y
los guatemaltecos nos encontramos frente a un “nudo” muy difícil de desatar.
Dilema y enigma con enorme dificultad de solución.
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