PORTILLO
Es el conocido apellido del
señor Ex Presidente de la República durante el período 2,000-2,004 que, con
mano firme (no dura) logró mantener los precios de los productos de la canasta
básica sin que se incrementaran en detrimento de la situación económica de las
clases más pobres del País; esto entre otras cosas muy positivas que se
lograron en beneficio de los guatemaltecos.
Aquí en
Huehuetenango (y hablo solo del municipio), se logró asfaltar la Calzada Kaibil
Balam, la carretera que del centro se dirige hacia los bellos templetes de
Zaculeu y se construyó, en un noventa por ciento, el Estadio que ahora se llama
“Cuchumatanes”; otras obras se construyeron, pero es suficiente con estos
ejemplos.
Insisto en
que la situación económica de Guatemala en ese período fue estable, pero eso le
costó el odio irreconciliable de ciertos “poderosos”, económicamente hablando, que
lo persiguieron, lo acusaron de la comisión de decenas delitos inexistentes,
pagaron para que le hicieran la vida imposible hasta que lo capturaron y lo
metieron a la cárcel después de que dejó la Presidencia.
Posteriormente
le hicieron un juicio ante los tribunales nacionales que, luego de cientos de
irregularidades que se dieron para condenarlo, incluyendo un juicio mediático
sin precedentes, resultó en la absolución total del Lic. Alfonso Portillo
Cabrera; no podrán volverlo a juzgar en nuestro País, a menos que se inventen
otra serie de infamias.
Maquiavélicamente
y con la intervención de autoridades locales de los organismos ejecutivo y
judicial y la asesoría y tutoría de la mal llamada CICIG, lograron que agentes
policiales de los Estados Unidos, SECUESTRARAN al Lic. Portillo del Centro
Hospitalario en donde recibía tratamiento por su estado de salud, que en ese
momento era delicado y se lo llevaron, diz que extraditado, hacia “Gringolandia”
en donde, con “el aceite” proporcionado por aquellos a quienes jamás permitió
que elevaran los precios de sus productos en contra de los intereses de los
guatemaltecos, estaba preparado otro juicio con decenas de supuestos delitos
cometidos por el ex presidente. La extradición, y eso no se puede olvidar, fue autorizada
por Alvaro Colom cuando era presidente.
La Fiscalía
gringa (yo apostaría que quedó en ridículo) no pudo probar ninguna de sus
acusaciones y solo encontraron el camino para condenarlo por los cinco cheques
girados por el gobierno de Taiwan, cada uno de medio millón de “dolorosos”, a nombre de Alfonso Portillo, algunos
de ellos con fecha anterior a su toma de posesión en la Primera Magistratura de
Guatemala. Es decir, todos los cheques de tipo personal, no del gobierno
guatemalteco.
Esto es que
la maquinaria judicial norteamericana solo pudo encontrar un pequeño resquicio
y por ahí, el Juez Patterson le impuso la condena que concluirá el 25 de
Febrero de este año 2,015 (a menos de un mes), por haber cometido “cinco
errores”, dijo textualmente el Juez.
En las
encuestas que se han efectuado el Lic. Portillo aparece con una popularidad
superior al 50% entre los guatemaltecos (sin amaños y sin dinero, ese que
compra voluntades, de por medio); porcentaje que ya quisieran para sí los
pre-candidatos en contienda.
Hay
personas encargadas de preparar su recibimiento el 25 de Febrero por la noche,
cuando supuestamente arribará al País; se dice que, posteriormente, visitará
todos los Departamentos de la República para agradecer el apoyo de que ha sido
objeto de mil maneras, en esta odisea
que le tocó vivir. A falta de líderes auténticos, él, seguramente, ostentará la
corona de laurel.
Los invito
a leer “Portillo, la democracia en el espejo”, libro escrito por Byron Barrera,
excelente periodista y ex Presidente de la Asociación de Periodistas de
Guatemala.
¡Vale la pena conocer
y analizar una historia real!
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