martes, 13 de enero de 2015

CICLO ESCOLAR:

Dentro de muy pocos días se inicia formalmente el Ciclo Escolar 2,015 que esperamos que por lo menos, cubra y con creces, las 180 jornadas de trabajo en el sector público con la dedicación y eficiencia que le deben a la juventud y a la niñez los verdaderos maestros actualmente en servicio; es lo menos que todos esperamos luego de que serán beneficiados, sin excepción, desde el punto de vista económico conforme el último pacto colectivo.
            Por supuesto que existen muchos detalles que merecerían nuestra atención si quisiéramos abordar ese tema de manera profunda a efecto de lograr una mayor cobertura y un trabajo docente que revierta el indudable descenso en la calidad educativa; pero probablemente lo hagamos en el curso de los días y de acuerdo a como se vayan dando las cosas; ahora, simplemente nos referiremos a una sugerencia que ya presentamos públicamente en el inicio de ciclos escolares anteriores.
            Es un hecho incontrastable los cambios, algunas veces demasiado drásticos, que sufrimos en el clima, otrora incomparable por la permanente temperatura sin extremos de la que disfrutábamos años atrás; hoy, durante los primeros 45 días del año el frío llega a ser tan intenso que, por momentos de vuelve insoportable, principalmente en las primeras horas del día que es cuando los escolares salen de su domicilio para asistir a sus centros de estudio. Parte el alma observar a los más pequeños tiritando por las inclemencias del tiempo y muchos de ellos sin el abrigo necesario; no todos los alumnos de las escuelas públicas tienen un sweter o una chumpa, un gorro o algo para cubrirse la cabeza, mucho menos guantes que pudieran proteger sus manitas. Y no es porque sus padres sean insensibles sino porque apenas tienen para alimentarlos. El caso es que corren un riesgo tremendo de enfermarse por falta de abrigo.
            Como no podemos hacer prácticamente nada para cambiar la situación económica de estas familias, nos conformamos con trasladar, a las autoridades de la Dirección Departamental de Educación, la sugerencia de que efectúen un estudio y un análisis de lo perjudicial que puede ser el intenso frio de estas mañanas para la salud de los escolares de la ciudad y si pueden, del Departamento, Si este estudio, enfocado principalmente a la protección de los chiquillos y sus familias, tiene como consecuencia que existe un riesgo latente por el intenso frío mañanero, ojalá pudieran determinar que se puede retrasar en una hora el ingreso a los centros de estudio de Pre-Primaria y Primaria. Me parece que un movimiento horario de esta naturaleza no afectará mayor cosa a ninguno de los trabajadores del Ministerio de Educación; pero si así fuera, bien vale la pena un pequeño sacrificio en aras del beneficio de los niños y las familias en general.

            Este año he vuelto a plantear esta idea a través de “La Voz de Huehuetenango” y he recibido el beneplácito y el apoyo de algunos padres de familia; pero son ellos precisamente quienes tendrían que hacer llegar una petición por escrito al Director de Educación que es quien tiene la potestad para tomar una medida regional de este tipo; el concepto de descentralización pasa por realizar los cambios necesarios para cada sector del País; y si lo juzgan pertinente esta sería una determinación innovadora pequeña, pero ejemplar. Probablemente los padres de familia no puedan o no tengan tiempo de reunirse para escribir el documento, pero las autoridades, si tienen sensibilidad humano-docente, pueden actuar de oficio.

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